Sector Artesanal: Los que se sienten Marginados del Boom Pesquero.
Mientras el sector industrial –que muestra crecientes utilidades- se debate en una guerra entre las empresas del norte con las del sur por aumentar la cuota de jurel, los pescadores artesanales están dando una batalla por no desaparecer.
El sector pesquero industrial ha mostrado en los últimos cinco años un sostenido progreso con la valorización de sus productos; aumento en las ventas, y con consolidación del nicho del consumo humano. En el primer semestre el rubro registró envíos por US$783 millones, con una alza de 9% y las grandes pesqueras proyectan fuertes inversiones para los próximos años, avaladas en los incrementos de dos dígitos en las utilidades. Sin embargo, en el mismo periodo los pescadores artesanales han disminuido casi el 50%, presentando problemas cada vez más frecuentes por la falta de recursos marinos, escenario que ha provocado un gran daño social en una parte de la población que, en promedio, ha dedicado 20 años a este rubro y que hoy se encuentra sin trabajo producto de la escasez de las especies.La semana pasada en la V Región, saltó a la luz pública el serio problema por el que están pasando los pescadores artesanales del Puerto de Valparaíso, debido a la escasez de merluza. Es así como tras intensas jornadas de protestas, el sindicato Nuevo Amanecer logró finalmente alcanzar un acuerdo con la autoridad regional. Los pescadores exigían un subsidio por seis meses, dada la imposibilidad a la que se enfrentan de extraer la merluza. En la reunión del día miércoles con el Intendente de la V Región se acordó un subsidio por $120.000 y una canasta familiar por cuatro meses. Y precisamente hoy lunes, la Comisión de Pesca y Acuicultura del Senado, presidida por el parlamentario Jaime Gazmuri, recibirá a representantes de los distintos sectores para discutir el caso de la merluza.En la zona central son 30 mil las personas dedicadas a la pesca artesanal, desde la V Región hasta la VIII Región. El principal producto es la merluza y la escasez de esta se podría extender a los demás productos marinos. “Este es un efecto dominó, si uno ve los estudios científicos, la sardina, la anchoveta y el jurel están en un periodo que se deben reducir sus cuotas, sin embargo el Consejo Nacional de Pesca las aumenta”, señala el senador Alejandro Navarro.Esto, porque las complicaciones de estos trabajadores del mar no termina en la asignación de un subsidio, precisamente el presidente del sindicato Nuevo Amanecer, Eduardo Quiroz, afirmó que “avanzamos en la parte social, económica y tecnología, pero en lo que es el tema pesquero el conflicto sigue igual, nosotros seguiremos luchando por preservar los recursos”. Y es que los pescadores artesanales son enemigos acérrimos de la actual regulación que ordena la pesquería a través de los Límites Máximos de Captura (LMC).Precisamente, acusan a la actual Ley de Pesca de ser la responsable de la escasez de los recursos marinos. Desde el año 2001 la cantidad de personas dedicadas a la pesca artesanal han disminuido considerablemente. Por esto que, como medida inicial, exigen la prolongación de la veda de la merluza común hasta el 15 de noviembre y la aplicación de un subsidio por este periodo. “La idea no es vivir de subsidios, sino trabajar normalmente, para lo que obviamente necesitamos corregir la Ley de Pesca”, asegura Quiroz.Según las estadísticas que maneja el sindicato Nuevo Amanecer, en 2001 eran más de 2000 los afiliados, mientras que hoy sólo alcanzan a ser 1.080 personas. El senador Alejandro Navarro (PS) señala que en la región del Bío-Bío se han perdido 1.000 empleos directos y 2.000 indirectos, exclusivamente por la crisis de la merluza. Algunos parlamentarios y los propios pescadores artesanales culpan a la famosa ley corta de esta situación.
Legislación Vigente
Desde 2001 que la normativa de LMC reordenó el sector pesquero y dejó atrás la “carrera olímpica” por la extracción entre los industriales, basada en la premisa de “lo que no pesco yo se lo estoy dejando a mi competencia”. Parecía la solución perfecta para mantener el recurso de forma saludable sin desestabilizar el empleo. En cinco años se produjo una pequeña disminución del tonelaje extraído, frente al aumento en el valor de las ventas del sector. Si en 1994 las exportaciones alcanzaron 1,6 millón de toneladas, equivalente a US$1.366 millones, el año pasado los envíos correspondieron a 1,3 tonelada, significando US$3.682 millones. Lo que se traduce en una disminución de un 19% del volumen, y un incremento en el valor de un 63%. Estas cifras se explican principalmente por el valor agregado que se le ha logrado desarrollar en productos para el consumo humano. “Es una ley que ha demostrado muchos beneficios y que debiera perdurar en el tiempo, porque permite el ordenamiento del sector”, asegura Federico Silva, presidente de Sonapesca. La Ley de Limites Máximos de Captura define las cuotas de extracción a nivel nacional de forma anual a través del Consejo Nacional de Pesca. Luego, esta cuota se divide entre investigación, pesca industrial y pesca artesanal. Posteriormente el porcentaje que corresponde al sector industrial se divide por armador, es decir por empresa. Por eso es que se habla de la privatización del recurso, el cual se reparte entre las distintas pesqueras a lo largo del país.A esta normativa se le ha denominado Ley Corta, ya que rige hasta el año 2012, cuando se deberá establecer la legislación definitiva que ordenará el sector pesquero. Por esto, el senador Navarro dice que este es el momento para discutir el tema, y es enfático al señalar que la actual normativa ha demostrado su fracaso “porque esta buscaba preservar los recursos y estabilizar el empleo, pero no se ha cumplido ninguno de esos objetivos”.En el caso de la merluza, para 2007 se estableció la cuota de extracción en 62 mil toneladas, de las cuales 500 toneladas fueron destinadas para investigación, mientras que del resto, un 35% se consignó para la pesca artesanal y un 65% para la industrial. Sin embargo, los artesanales no alcanzan a capturar siquiera el 4% de las 21.500 toneladas que se les es permitido, lo que se debería exclusivamente a la escasez del recurso, el cual no se logra encontrar en los primeros 200 metros de costa, donde pescan los artesanales.
Escasez del Recurso
Según las estadísticas del IFOP, en el 2002 la biomasa de merluza que se estimó en las costas de Chile llegaba a 1.500.000 toneladas, mientras que para el 2004 esta se había reducido a 272.000 toneladas. Además, el peso promedio de la especie bajó en el mismo periodo de 466 gramos a 310 gramos. Mientras la autoridad y el sector industrial han señalado que la causa de la disminución de la especie han sido los cambios climáticos globales o la presencia masiva de jibias, los pescadores artesanales señalan que la razón es la actual Ley de Pesca.El senador Alejandro Navarro agrega que, para la asignación de cuotas año a año, no se toman en cuenta los estudios, ni del IFOP ni de los privados, ya que se asignan cuotas de extracción que superan en un 100% a las recomendadas.Según Nuevo Amanecer “la asignación de cuotas por armador incentivan la selección por tallas, descartando el pescado de menor tamaño (ya muerto), que tiene un menor valor, desembarcando sólo los individuos por peso que satisface a su mercado”.La propuesta de los pescadores artesanales apunta a aumentar el área de reserva artesanal; no permitir pesca de investigación con arrastre; que las instituciones correspondientes cumplan a cabalidad su rol fiscalizador, administrativo y de manejo de recursos; una revisión de la pesquería pelágica, y una indemnización del Estado “como responsabilidad de la mala administración pesquera”.El presidente de la Comisión de Pesca y Acuicultura del Senado, Jaime Gazmuri, señala que “las cuotas asignadas sobrepasan la capacidad de la biomasa, ya sea porque hay muchos intereses detrás de la industria pesquera o porque la autoridad no cuenta con la información suficiente”. Por esto dice que una de las principales medidas debe ser incrementar los recursos que se destinan a la investigación. Punto en el cual todos coinciden.
El sector pesquero industrial ha mostrado en los últimos cinco años un sostenido progreso con la valorización de sus productos; aumento en las ventas, y con consolidación del nicho del consumo humano. En el primer semestre el rubro registró envíos por US$783 millones, con una alza de 9% y las grandes pesqueras proyectan fuertes inversiones para los próximos años, avaladas en los incrementos de dos dígitos en las utilidades. Sin embargo, en el mismo periodo los pescadores artesanales han disminuido casi el 50%, presentando problemas cada vez más frecuentes por la falta de recursos marinos, escenario que ha provocado un gran daño social en una parte de la población que, en promedio, ha dedicado 20 años a este rubro y que hoy se encuentra sin trabajo producto de la escasez de las especies.La semana pasada en la V Región, saltó a la luz pública el serio problema por el que están pasando los pescadores artesanales del Puerto de Valparaíso, debido a la escasez de merluza. Es así como tras intensas jornadas de protestas, el sindicato Nuevo Amanecer logró finalmente alcanzar un acuerdo con la autoridad regional. Los pescadores exigían un subsidio por seis meses, dada la imposibilidad a la que se enfrentan de extraer la merluza. En la reunión del día miércoles con el Intendente de la V Región se acordó un subsidio por $120.000 y una canasta familiar por cuatro meses. Y precisamente hoy lunes, la Comisión de Pesca y Acuicultura del Senado, presidida por el parlamentario Jaime Gazmuri, recibirá a representantes de los distintos sectores para discutir el caso de la merluza.En la zona central son 30 mil las personas dedicadas a la pesca artesanal, desde la V Región hasta la VIII Región. El principal producto es la merluza y la escasez de esta se podría extender a los demás productos marinos. “Este es un efecto dominó, si uno ve los estudios científicos, la sardina, la anchoveta y el jurel están en un periodo que se deben reducir sus cuotas, sin embargo el Consejo Nacional de Pesca las aumenta”, señala el senador Alejandro Navarro.Esto, porque las complicaciones de estos trabajadores del mar no termina en la asignación de un subsidio, precisamente el presidente del sindicato Nuevo Amanecer, Eduardo Quiroz, afirmó que “avanzamos en la parte social, económica y tecnología, pero en lo que es el tema pesquero el conflicto sigue igual, nosotros seguiremos luchando por preservar los recursos”. Y es que los pescadores artesanales son enemigos acérrimos de la actual regulación que ordena la pesquería a través de los Límites Máximos de Captura (LMC).Precisamente, acusan a la actual Ley de Pesca de ser la responsable de la escasez de los recursos marinos. Desde el año 2001 la cantidad de personas dedicadas a la pesca artesanal han disminuido considerablemente. Por esto que, como medida inicial, exigen la prolongación de la veda de la merluza común hasta el 15 de noviembre y la aplicación de un subsidio por este periodo. “La idea no es vivir de subsidios, sino trabajar normalmente, para lo que obviamente necesitamos corregir la Ley de Pesca”, asegura Quiroz.Según las estadísticas que maneja el sindicato Nuevo Amanecer, en 2001 eran más de 2000 los afiliados, mientras que hoy sólo alcanzan a ser 1.080 personas. El senador Alejandro Navarro (PS) señala que en la región del Bío-Bío se han perdido 1.000 empleos directos y 2.000 indirectos, exclusivamente por la crisis de la merluza. Algunos parlamentarios y los propios pescadores artesanales culpan a la famosa ley corta de esta situación.
Legislación Vigente
Desde 2001 que la normativa de LMC reordenó el sector pesquero y dejó atrás la “carrera olímpica” por la extracción entre los industriales, basada en la premisa de “lo que no pesco yo se lo estoy dejando a mi competencia”. Parecía la solución perfecta para mantener el recurso de forma saludable sin desestabilizar el empleo. En cinco años se produjo una pequeña disminución del tonelaje extraído, frente al aumento en el valor de las ventas del sector. Si en 1994 las exportaciones alcanzaron 1,6 millón de toneladas, equivalente a US$1.366 millones, el año pasado los envíos correspondieron a 1,3 tonelada, significando US$3.682 millones. Lo que se traduce en una disminución de un 19% del volumen, y un incremento en el valor de un 63%. Estas cifras se explican principalmente por el valor agregado que se le ha logrado desarrollar en productos para el consumo humano. “Es una ley que ha demostrado muchos beneficios y que debiera perdurar en el tiempo, porque permite el ordenamiento del sector”, asegura Federico Silva, presidente de Sonapesca. La Ley de Limites Máximos de Captura define las cuotas de extracción a nivel nacional de forma anual a través del Consejo Nacional de Pesca. Luego, esta cuota se divide entre investigación, pesca industrial y pesca artesanal. Posteriormente el porcentaje que corresponde al sector industrial se divide por armador, es decir por empresa. Por eso es que se habla de la privatización del recurso, el cual se reparte entre las distintas pesqueras a lo largo del país.A esta normativa se le ha denominado Ley Corta, ya que rige hasta el año 2012, cuando se deberá establecer la legislación definitiva que ordenará el sector pesquero. Por esto, el senador Navarro dice que este es el momento para discutir el tema, y es enfático al señalar que la actual normativa ha demostrado su fracaso “porque esta buscaba preservar los recursos y estabilizar el empleo, pero no se ha cumplido ninguno de esos objetivos”.En el caso de la merluza, para 2007 se estableció la cuota de extracción en 62 mil toneladas, de las cuales 500 toneladas fueron destinadas para investigación, mientras que del resto, un 35% se consignó para la pesca artesanal y un 65% para la industrial. Sin embargo, los artesanales no alcanzan a capturar siquiera el 4% de las 21.500 toneladas que se les es permitido, lo que se debería exclusivamente a la escasez del recurso, el cual no se logra encontrar en los primeros 200 metros de costa, donde pescan los artesanales.
Escasez del Recurso
Según las estadísticas del IFOP, en el 2002 la biomasa de merluza que se estimó en las costas de Chile llegaba a 1.500.000 toneladas, mientras que para el 2004 esta se había reducido a 272.000 toneladas. Además, el peso promedio de la especie bajó en el mismo periodo de 466 gramos a 310 gramos. Mientras la autoridad y el sector industrial han señalado que la causa de la disminución de la especie han sido los cambios climáticos globales o la presencia masiva de jibias, los pescadores artesanales señalan que la razón es la actual Ley de Pesca.El senador Alejandro Navarro agrega que, para la asignación de cuotas año a año, no se toman en cuenta los estudios, ni del IFOP ni de los privados, ya que se asignan cuotas de extracción que superan en un 100% a las recomendadas.Según Nuevo Amanecer “la asignación de cuotas por armador incentivan la selección por tallas, descartando el pescado de menor tamaño (ya muerto), que tiene un menor valor, desembarcando sólo los individuos por peso que satisface a su mercado”.La propuesta de los pescadores artesanales apunta a aumentar el área de reserva artesanal; no permitir pesca de investigación con arrastre; que las instituciones correspondientes cumplan a cabalidad su rol fiscalizador, administrativo y de manejo de recursos; una revisión de la pesquería pelágica, y una indemnización del Estado “como responsabilidad de la mala administración pesquera”.El presidente de la Comisión de Pesca y Acuicultura del Senado, Jaime Gazmuri, señala que “las cuotas asignadas sobrepasan la capacidad de la biomasa, ya sea porque hay muchos intereses detrás de la industria pesquera o porque la autoridad no cuenta con la información suficiente”. Por esto dice que una de las principales medidas debe ser incrementar los recursos que se destinan a la investigación. Punto en el cual todos coinciden.