Pese a que el senador RN fustigó directamente al ministro del Trabajo por lo que consideró ''políticas erradas'' del Ejecutivo en estos temas, el secretario de Estado mantuvo la calma y centró su intervención en la necesidad de reconocer derechos mínimos a los trabajadores. Valoró también la actitud de diálogo de la CPC.
Un acalorado debate sobre temas laborales sostuvieron este martes, en el contexto de un seminario de Icare dedicado a este tipo de tópicos, el senador de RN Andrés Allamand, el secretario general de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Andrés Concha, y el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade.
Pese a que el parlamentario aliancista fustigó directamente al secretario de Estado por lo que consideró “políticas erradas” del Ejecutivo en materias laborales- considerando en lo general que la cartera se colocaba permanentemente de lado de los trabajadores y no de la empresa como un todo- Andrade mantuvo la calma y centró su intervención en la necesidad de reconocer derechos mínimos a los trabajadores.
El ministro tampoco se ahorró elogios hacia el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, Alfredo Ovalle, dirigente empresarial que acaba de instalar una mesa de conversaciones con la CUT para efectos de discutir, con una agenda temática amplia, los temas laborales.
Andrade, señaló que no tiene dudas que el citado diálogo bilateral redundará en “acuerdos positivos” para el país en materia laboral. El secretario se refirió a este tema en la inauguración del IX Congreso de Personas y Organización de Icare “Atraer Talento: La Batalla de las Organizaciones para la creación de valor”, que se desarrolla en el centro de eventos Casa Piedra, donde compartió el panel de exposiciones con Felipe Morandé, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile; Andrés Concha, secretario general de la Sociedad de Fomento Fabril, SOFOFA; y Andrés Allamand, senador de Renovación Nacional y decano de la Escuela de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez.
Este último encaró a Andrade durante su intervención y le fustigó su actitud en conflictos laborales como los de Agrosuper, donde a su juicio la autoridad jugó un papel muy parcial y posteriormente, dijo que se inhibiría en la materia.
Indicó que lo que tendría que hacer la autoridad “no es inhibirse”, sino participar valorando el aporte de la citada empresa en tanto generadora de empleo y desarrollo. “Gonzalo Vial es un súper empleador y paga bien a sus trabajadores”, dijo en tono enfático, Allamand, en una cerrada defensa del citado empresario.
Andrade no contestó directamente las críticas de Allamand, pero si llamó a los asistentes a reconocer que prácticas como las observadas en el sector campesino y en otros sectores de la economía, no están de acuerdo con normas mínimas de civilidad.
También dijo que algunos sectores piden flexibilidad laboral y no saben que la actual legislación contempla varios aspectos de lo que solicitan, ante lo que llamó a “leerse completo el Código del Trabajo”.
Por su parte, el secretario general de la Sofofa también fustigó las políticas laborales del Ejecutivo, indicando que un sindicalismo fuerte no necesariamente representa beneficios para los trabajadores, porque favorece la competitividad de las empresas competidoras y por esa vía perjudica sus propios intereses.
En su intervención, Andrade dijo que este tipo de diálogo - de la CUT y la CPC- “le hace bien a Chile” y que en ese marco "no tenemos dudas que el diálogo bilateral entre ambas organizaciones, las más representativas de ambos mundos, desembocará en acuerdos que serán positivos para todos, ayudarán a profundizar este clima de cooperación, despejarán fantasmas recíprocos, generarán mejores condiciones para el desenvolvimiento de la economía y del trabajo decente, y corregirán inequidades que la sociedad toda está cada vez menos dispuesta a tolerar". “Me congratulo de haber contribuido a materializar el primer encuentro tripartito entre la principal central sindical, la CUT; la principal organización empresarial, la CPC; y nuestra Cartera, en representación del gobierno.
No es menor que, conjuntamente, hayamos arribado a este logro después de cuatro años de congelamiento de esta práctica”, admitió el ministro.
Para el secretario de Estado “la clave” para avanzar es el diálogo social, lo que a nivel de empresa “tiene una manifestación estratégica en la negociación colectiva”, es por ello que precisó que “en toda empresa se contraponen el legítimo interés de los trabajadores por obtener mejoras salariales y otro tipo de beneficios específicos, con los legítimos intereses de los inversionistas por incrementar las utilidades del capital invertido.
¿Pero significa esto una guerra a muerte? ¡En absoluto! Junto con esa discrepancia parcial existe la común necesidad de que a la empresa le vaya bien.
Esto es condición de su continuidad en el mercado y del mantenimiento y eventual creación de nuevos puestos de trabajo, que permitan a los trabajadores acceder a un ingreso digno y desarrollar sus proyectos de vida y el de sus familias”.
En este sentido, valoró fuertemente el punto de vista expresado por el presidente de la CPC, Alfredo Ovalle, “que ha comprendido este planteamiento desarrollado sistemáticamente por nuestro ministerio, desde el principio de nuestra gestión: la negociación colectiva es un espacio para procesar civilizadamente el conflicto y puede y debe ser un buen negocio para ambas partes de la relación laboral, un ámbito de transacción de mutuo beneficio”. Además resaltó la disposición al diálogo que ha tenido la CUT y valoró el aporte que realizará el Consejo Asesor para la Equidad, presidido por Patricio Meller.