El consejero nacional de Pesca -que representa a la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach)-, Marcelo Segura, sostuvo que "antiguamente, cuando una embarcación se daba vuelta o tenía un grave accidente en el mar, seguro que moría el motorista. Sin embargo, ahora, con los diseños actuales, casi toda la tripulación fallecería y sólo se salvaría la guardia".
Añadió que "los armadores están privilegiando la bodega al momento de diseñar las naves, pues necesitan poder descargar las 80 t que le permite la ley y eso está causando que la tripulación esté en peligro, ya que no existen medidas de seguridad ni de habitabilidad en esas embarcaciones".
El consejero añadió que "en el 2001 se modificó la ley de arqueo y pasamos de 249 m3 a 203 m3 en las embarcaciones. Posteriormente, la ley de pesca sólo autorizó a las naves desembarcar un máximo de 80 t, provocando que diera lo mismo salir a pescar en un trasatlántico o en una embarcación pequeña".
"De esta forma, se comenzó a privilegiar la bodega para poder capturar el máximo de 80 t, en desmedro de la habitabilidad de los tripulantes, donde hay embarcaciones que tiene los camarotes y la cocina completamente hacinadas, transformando todo el proceso de pesca en algo muy peligroso", agregó.
Como ejemplo, Marcelo Segura citó dos naves que se están construyendo en San Antonio (Región de Valparaíso), "donde los camarotes van al medio, entre la mampara de la sala de máquinas y bodegas. Por lo tanto, los trabajadores, en caso de accidente, mueren aplastados por la pesca o quemados por la sala de máquinas".
Además del grave problema de seguridad, está el conflicto de la habitabilidad de estas embarcaciones, "donde los camarotes no tienen más de 50 cm. Aquí está claro que uno no va a dormir cuando sale a trabajar, pero hay que descansar y las condiciones no se están entregando. Todo esto aumenta cuando hablamos de la albacora o el bacalao, donde hay mareas que duran 30 a 40 días y no se puede tener a la gente en esas condiciones".
Apoyado por la Conapach, Segura, con otros dirigentes, ha sostenido varias reuniones con los diputados Clemira Pacheco y Samuel Venegas, para promover un cambio a la ley de arqueo. También se han sostenido reuniones con la subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría, "y hay que decir públicamente que ha tenido una actitud muy positiva; nos ha escuchado y se ha promovido un rico diálogo, donde seguramente se encontraran las soluciones esperadas".
El consejero insistió en que "esto no es un problema de bodega o de disponer más pescado en las embarcaciones. Este es un tema de habitabilidad y seguridad de nuestros trabajadores. Por eso, se debe mantener los 203 m3 de la nave, pero excluyendo el tema de la habitabilidad y seguridad para sus tripulantes".
Añadió que "los armadores están privilegiando la bodega al momento de diseñar las naves, pues necesitan poder descargar las 80 t que le permite la ley y eso está causando que la tripulación esté en peligro, ya que no existen medidas de seguridad ni de habitabilidad en esas embarcaciones".
El consejero añadió que "en el 2001 se modificó la ley de arqueo y pasamos de 249 m3 a 203 m3 en las embarcaciones. Posteriormente, la ley de pesca sólo autorizó a las naves desembarcar un máximo de 80 t, provocando que diera lo mismo salir a pescar en un trasatlántico o en una embarcación pequeña".
"De esta forma, se comenzó a privilegiar la bodega para poder capturar el máximo de 80 t, en desmedro de la habitabilidad de los tripulantes, donde hay embarcaciones que tiene los camarotes y la cocina completamente hacinadas, transformando todo el proceso de pesca en algo muy peligroso", agregó.
Como ejemplo, Marcelo Segura citó dos naves que se están construyendo en San Antonio (Región de Valparaíso), "donde los camarotes van al medio, entre la mampara de la sala de máquinas y bodegas. Por lo tanto, los trabajadores, en caso de accidente, mueren aplastados por la pesca o quemados por la sala de máquinas".
Además del grave problema de seguridad, está el conflicto de la habitabilidad de estas embarcaciones, "donde los camarotes no tienen más de 50 cm. Aquí está claro que uno no va a dormir cuando sale a trabajar, pero hay que descansar y las condiciones no se están entregando. Todo esto aumenta cuando hablamos de la albacora o el bacalao, donde hay mareas que duran 30 a 40 días y no se puede tener a la gente en esas condiciones".
Apoyado por la Conapach, Segura, con otros dirigentes, ha sostenido varias reuniones con los diputados Clemira Pacheco y Samuel Venegas, para promover un cambio a la ley de arqueo. También se han sostenido reuniones con la subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría, "y hay que decir públicamente que ha tenido una actitud muy positiva; nos ha escuchado y se ha promovido un rico diálogo, donde seguramente se encontraran las soluciones esperadas".
El consejero insistió en que "esto no es un problema de bodega o de disponer más pescado en las embarcaciones. Este es un tema de habitabilidad y seguridad de nuestros trabajadores. Por eso, se debe mantener los 203 m3 de la nave, pero excluyendo el tema de la habitabilidad y seguridad para sus tripulantes".