El presidente de Pesquera Itata, Sergio Sarquis, se declaró satisfecho con los cambios adoptados por la industria salmonicultora, en la que participa a través de la filial Salmones Itata, destacando el comportamiento general en favor de operar con mejores estándares sanitarios y productivos.
El empresario sostuvo al Diario Financiero que, tras los complejos efectos que significó para las empresas la crisis del virus ISA, "se adquirió conciencia" que había que bajar la densidad de los centros, con tal de garantizar el beneficio prioritario de la industria: "la sustentabilidad en el largo plazo".
En ese sentido, estimó que desde una mirada general, "se están haciendo bastante bien las cosas", al tiempo que se mostró confiado en que la aplicación de la nueva Ley Acuícola colaborará en consolidar estos avances.
"En alguna medida hay una autorregulación que requiere, con urgencia, tener un carácter obligatorio a través de la nueva ley", dijo Sarquis.
Salmones Itata comenzó con la producción de salmón durante 2009, logrando posicionarse entre enero y abril de este año como la tercera exportadora del país, con ventas por unos US$ 50 millones y envíos físicos que alcanzan las 6.476 toneladas.
Este crecimiento responde, en parte, a que la producción de la compañía no se ha visto afectada por el virus ISA, beneficio que le permite proyectar una importante biomasa que se cosechará y venderá durante este año, y a una mejora de los precios internacionales asociados a una oferta más restringida de parte de la industria chilena.
Lección aprendida
Sarquis ve con optimismo el desarrollo futuro de la industria, y pese a las fuertes críticas que recayeron sobre ella, en particular, respecto de los errores en materia de autorregulación, cree que estos no se volverán a repetir, ya que las consecuencias que dejó el virus ISA "fue un golpe muy fuerte" que acertó a las empresas.
Sentenció que "la industria aprendió la lección" e insistió que la nueva ley permitirá que las mejoras productivas se consoliden en el sector.
El empresario sostuvo al Diario Financiero que, tras los complejos efectos que significó para las empresas la crisis del virus ISA, "se adquirió conciencia" que había que bajar la densidad de los centros, con tal de garantizar el beneficio prioritario de la industria: "la sustentabilidad en el largo plazo".
En ese sentido, estimó que desde una mirada general, "se están haciendo bastante bien las cosas", al tiempo que se mostró confiado en que la aplicación de la nueva Ley Acuícola colaborará en consolidar estos avances.
"En alguna medida hay una autorregulación que requiere, con urgencia, tener un carácter obligatorio a través de la nueva ley", dijo Sarquis.
Salmones Itata comenzó con la producción de salmón durante 2009, logrando posicionarse entre enero y abril de este año como la tercera exportadora del país, con ventas por unos US$ 50 millones y envíos físicos que alcanzan las 6.476 toneladas.
Este crecimiento responde, en parte, a que la producción de la compañía no se ha visto afectada por el virus ISA, beneficio que le permite proyectar una importante biomasa que se cosechará y venderá durante este año, y a una mejora de los precios internacionales asociados a una oferta más restringida de parte de la industria chilena.
Lección aprendida
Sarquis ve con optimismo el desarrollo futuro de la industria, y pese a las fuertes críticas que recayeron sobre ella, en particular, respecto de los errores en materia de autorregulación, cree que estos no se volverán a repetir, ya que las consecuencias que dejó el virus ISA "fue un golpe muy fuerte" que acertó a las empresas.
Sentenció que "la industria aprendió la lección" e insistió que la nueva ley permitirá que las mejoras productivas se consoliden en el sector.