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A la espera del informe que debe entregar, durante este mes de octubre, el buque Oceanográfico de la Armada se encuentra la Comisión de Pesca del Senado de Chile que, con estos antecedentes, determinará cuál es el esfuerzo de pesca que es posible hacer manteniendo los niveles de reproducción de las especies, en particular de la merluza.
Así lo expresó el senador Jaime Gazmuri, presidente de la instancia, quien ratificó "la importancia de contar con la información científica lo más detallada posible sobre el stock, porque no podemos saber si va a ser necesario establecer vedas temporales, permanentes o selectivas hasta no conocer con exactitud cuál es el volumen de la biomasa".
A fines de septiembre venció la cuota de investigación que autorizó en forma excepcional la autoridad pesquera para que los pescadores artesanales pudieran extraer el recurso que se ubica principalmente en el litoral central del país.
Gazmuri aseguró que "tendremos que definir políticas para mantener los niveles de empleo mínimos asegurados por el Estado y para otorgar capacitación o impulsar otras alternativas pesqueras como son los cultivos de peces o bivalvos".
Puntualizó que "hay que hacer todo un esfuerzo de apoyo a la pesca artesanal para que pueda explorar otras alternativas económicas y por ello impulsamos la creación de mesas de trabajo en todas las regiones porque todos los dirigentes artesanales y de trabajadores de la pesca industrial entienden que hay problemas con el recurso y el interés común de todos es que el recurso se recupere y volvamos a tener una pesquería sustentable".
La información que entregará el buque oceanográfico de la Armada es considerada de carácter prioritario y de interés nacional, especialmente porque permitirá mantener un sistema regular, oportuno y periódico de observación de las condiciones de la pesquería y de su ambiente bio-oceanográfico, como herramienta de prevención.
Asimismo, y dada la marcada estacionalidad histórica del recurso merluza, esta investigación entregará datos más precisos de esta pesquería aplicando modelos generales que involucran dinámicas de largo plazo, permitiendo así minimizar las incertidumbres y conflictos de intereses entre lo económico y lo ecológico, para la fijación de las cuotas anuales por parte de la autoridad pesquera, bajo diferentes escenarios del riesgo que conlleva el recurso con cada valor a extraer a futuro.
