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El centro de Estudios Ambientales (EULA) de la Universidad de Concepción, ha realizado desde 1990 una serie de investigaciones y estudios técnicos, que se refieran fundamentalmente a materias ambientales. Según destaca el doctor Ricardo Barra, "este es un centro por definición multidisciplinario, donde desarrollan su labor investigadores de las más diversas formaciones académicas, lo que lo hace muy atractivo".
EULA mantiene un vínculo muy estrecho tanto con el sector productivo y los organismos públicos que trabajan o tienen relación con los temas del medio ambiente, con el fin de buscar soluciones a los problemas que los conciernen, "queremos que nuestras investigaciones tengan una aplicación lo más temprano posible, sobre todo en aquellas problemáticas ambientales, que permiten apoyar el avance del país" afirma Barra.
En San Vicente, el pasado 25 de mayo, se produjo un grave derrame de petróleo, por lo que la autoridad llamó a licitación de estudio que evaluará el daño en el ecosistema marino y que cuantificará los daños económicos. El EULA se adjudicó el llamado, y a través de una propuesta coordinó y preparó un estudio que comprendía la participación de más de 30 investigaciones del centro y de varias facultades de la Universidad, revisando todos los aspectos del ecosistema que podrían haberse visto afectados.
Para Ricardo Barra, el derrame en la bahía de San Vicente significaba "un costo económico importante, sobre todo para aquellos sectores que tienen zonas de extracción, cultivo o manejo de recursos bentónicos". Los niveles de contaminación en el sector, por años eran elevados, lo que significa un mayor atractivo para los investigadores, porque "cuando ocurrió el derrame ya existía contaminación por diversas sustancias, entre ellas, los hidrocarburos. El gran desafío que tenemos es distinguir esta carga histórica de contaminación".
De esta forma, cada seis meses se emiten informes sobre el avance de la autoridad y se estableció que julio del próximo año es la fecha límite para comprobar si el medio ambiente se recupera o no, aunque las experiencias en España o Alaska, no son alentadoras, esto porque dependen del volumen del derrame y de las características del ambiente donde ocurren los efectos, pueden ser a largo plazo, informó El Mercurio.
