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Con el objetivo de dar a conocer la implementación de un programa de Fiscalización Asistida a la industria mitilicultora se realizó en Castro una jornada de capacitación participativa, donde empresarios del sector y representantes de la Inspección de Trabajo debatieron sobre distintos aspectos que afectan tanto a empleadores como a los trabajadores de esta floreciente industria.
"Lo que queremos es informar sobre qué aspectos se fiscalizarán, para que los mitilicultores puedan normalizar y formalizar las exigencias dispuestas para los centros de cultivo, porque la idea es hacer que la industria crezca, sea rentable y genere desarrollo", expresó el inspector del trabajo de la provincia de Chiloé, Víctor Inostroza.
La autoridad sancionadora insistió en la diferencia que existe entre evitar las multas y cumplir con las obligaciones dispuestas por la ley. "Desde ahora en adelante, cuando fiscalicemos también daremos un plazo para poder regularizar las faltas, y así lograr que efectivamente las exigencias se cumplan", explicó a los asistentes.
Factor cultural
Sin embargo, las voces de los productores no tardaron en escucharse, planteado que el sector presenta particularidades que no son entendidas por la autoridad. Entre ellas, el fuerte componente cultural que impera entre los trabajadores de la industria, quienes por ejemplo, en muchas ocasiones, no firman libros de asistencia debido a su informalidad o baja escolaridad, hecho que decanta en multas para los empleadores. Otro de los aspectos mencionados fue el alcoholismo, causante de muertes en el mar al provocar que los trabajadores no porten los elementos de seguridad exigidos para la navegación o faenas en los centros, y de las que legalmente son responsables los contratantes.
Desconocimiento de la industria
Aunque hace aproximadamente hace tres años que el sector mitilicultor comenzó a ser fiscalizado por la Inspección del Trabajo, el coordinador inspectivo de la región de los Lagos, Ernesto Morales, reconoció que existe un total desconocimiento de la industria, lo que sin duda es una desventaja importante para la actividad en cuanto tiene que someterse a normas generales. "Desde Puerto Montt hacia arriba la mitilicultura es una actividad que no se conoce, y las normas no están hechas para la particularidad. Frente a esto, nosotros como Servicio, y en relación al dinamismo que presenta la legislación laboral, también vamos acometiendo distintas experiencias", comentó el funcionario.
Fiscalización asistida
La Dirección del Trabajo ha implementado diversas estrategias para llegar a las actividades económicas de las diferentes regiones de Chile. La primera de ellas fue la Fiscalización Punitiva, donde se fiscalizaba y sancionaba con multas; después vinieron la Fiscalización Concertada y la Intervención Sectorial, para este año 2008 dar paso a la Fiscalización Asistida, modelo que tomó fuerza tras aprobarse la Ley de Subcontratación, como una forma de entregar asesoría técnica a los responsables. "Es un tiempo donde el empleador entra a un proceso de revisión de auditoría, donde existe la asistencia técnica de un fiscalizador que identifica problemas específicos existentes, y donde pueden actuar otros organismos asesores, como el INP por la vías de salud y seguridad. El plazo entregado desde que se realiza la fiscalización es el que permite efectivamente modificar conductas y condiciones, para que el empleador pueda resolver del mejor modo los problemas que tiene, pues bien sabemos que multar no sirve de nada", acotó Morales.
Las materias que se inspeccionarán dentro de este nuevo modelo de fiscalización estarán referidas a los contratos de trabajo, jornada laboral, descanso semanal, cotizaciones provisionales y condiciones de higiene y seguridad, aspectos en torno a los cuales se generó un intenso debate entre los empresarios y responsables de área presentes en el encuentro y los funcionarios del organismo público.
La invitación fue entonces a canalizar inquietudes y propuestas a través de la Asociación de Mitilicultores de Chile, AmiChile. El gerente del gremio, Cristian Maino, fue enfático al manifestar que "para los que no son socios, están abiertas las puertas de la Asociación. Porque la idea es que nosotros podamos servir como canal para enfrentar estas nuevas modificaciones y actuar como un solo cuerpo. Eso es lo que está haciendo la Inspección del Trabajo con nosotros y a través de nosotros".
