Los pescadores artesanales de Talcahuano (Región del Biobío) aseguran que el terremoto y posterior tsunami ocurrido el pasado 27 de febrero habría acabado con la temporada de pesca, la cual se extendía desde fines de febrero por unos tres o cuatro meses.
"Está muerta la temporada", afirmó el presidente del sindicato de Pesca Artesanal de Talcahuano, Nelson Estrada, el mayor de la localidad con 760 pescadores.
De acuerdo con lo informado por la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales (Conapach), José Luis Gallego, uno de los propietarios de la empresa armadora Bayona, con una flota de tres barcos, dijo que el puerto puede reconstruirse, tanto como los barcos, pero que por el momento no saben cuándo podrá empezar esa actividad en el puerto, que genera casi 80% de la actividad comercial de la zona.
El puerto genera anualmente unos US$ 40 millones en productos básicos de distintas especies y eso se multiplica debido al procesamiento, dijo Gallego.
Benjamín Rencafierro, un pescador de 59 años, mencionó que ni siquiera puede manejar la opción de salir del pueblo, porque no tiene a donde ir ni sabe hacer otra cosa que pescar.
Su barco, el "Achernar" yace ahora ladeado sobre el bordo de cemento del puerto, donde lo dejó la primera ola del tsunami. Rencafierro estaba junto a una decena de compañeros descargando la nave de 45 toneladas cargada de molusco.
Después del susto inicial de ver como la ola los subía y depositaba sobre el cemento, Rencafierro, solo sabe una cosa y es que "nadie nos dijo que teníamos que enfrentar esto; al no tener que pescar, la temporada se acabo".
"Está muerta la temporada", afirmó el presidente del sindicato de Pesca Artesanal de Talcahuano, Nelson Estrada, el mayor de la localidad con 760 pescadores.
De acuerdo con lo informado por la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales (Conapach), José Luis Gallego, uno de los propietarios de la empresa armadora Bayona, con una flota de tres barcos, dijo que el puerto puede reconstruirse, tanto como los barcos, pero que por el momento no saben cuándo podrá empezar esa actividad en el puerto, que genera casi 80% de la actividad comercial de la zona.
El puerto genera anualmente unos US$ 40 millones en productos básicos de distintas especies y eso se multiplica debido al procesamiento, dijo Gallego.
Benjamín Rencafierro, un pescador de 59 años, mencionó que ni siquiera puede manejar la opción de salir del pueblo, porque no tiene a donde ir ni sabe hacer otra cosa que pescar.
Su barco, el "Achernar" yace ahora ladeado sobre el bordo de cemento del puerto, donde lo dejó la primera ola del tsunami. Rencafierro estaba junto a una decena de compañeros descargando la nave de 45 toneladas cargada de molusco.
Después del susto inicial de ver como la ola los subía y depositaba sobre el cemento, Rencafierro, solo sabe una cosa y es que "nadie nos dijo que teníamos que enfrentar esto; al no tener que pescar, la temporada se acabo".