Las plantas de consumo humano de la Región del Biobío agrupadas en la Asociación Gremial de Pequeños y Medianos Empresarios Pesqueros (Pymepes), conocen de cerca los efectos que provoca la escasez de recursos pesqueros, puesto que a pesar de ser éstos la materia prima de su actividad hoy no cuentan con acceso formal a ellos.
"Hoy el jurel atraviesa por una de las crisis más importantes de su historia y en parte se debe a los altos precios en los que se ha transado la harina de pescado en los últimos años, en desmedro de la preservación del recurso y el consumo humano de estos productos". Así lo expresó el presidente de Pymepes, Enrique González, quien aseguró que la única vía de protección y preservación del jurel es fomentando el consumo humano en nuestro país. "Las plantas de consumo humano damos valor agregado al recurso, donde se requieren volúmenes mínimos que van en directo beneficio de las personas", aseveró el dirigente.
Pymepes recordó además que durante la crisis del jurel de 1997 la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) les otorgó por decreto, a las plantas de consumo humano, cuotas de captura de este recurso. "Fueron años en que la talla estaba muy por debajo del estándar, esa medida permitió la recuperación del jurel y al mismo tiempo que aumentara su consumo", reveló González.
De igual forma, se mostró confiado en que la nueva ley de pesca regule el acceso a los recursos pesqueros, ya sea por medio de la subasta o las cuotas de pesca, pero garantizando la preservación de las especies y el consumo humano de estos productos. "Tenemos una historia como plantas de consumo humano y enormes inversiones, hoy damos empleo a 600 personas, pero todo es letra muerta sin acceso al recurso", sostuvo el dirigente.
La actual normativa que estableció las cuotas de pesca caduca en diciembre del 2012 y el Gobierno trabaja en un nuevo proyecto que regirá la pesca en Chile, donde el consumo humano y la preservación del recurso serán claves en la discusión durante los próximos dos años.
"Hoy el jurel atraviesa por una de las crisis más importantes de su historia y en parte se debe a los altos precios en los que se ha transado la harina de pescado en los últimos años, en desmedro de la preservación del recurso y el consumo humano de estos productos". Así lo expresó el presidente de Pymepes, Enrique González, quien aseguró que la única vía de protección y preservación del jurel es fomentando el consumo humano en nuestro país. "Las plantas de consumo humano damos valor agregado al recurso, donde se requieren volúmenes mínimos que van en directo beneficio de las personas", aseveró el dirigente.
Pymepes recordó además que durante la crisis del jurel de 1997 la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) les otorgó por decreto, a las plantas de consumo humano, cuotas de captura de este recurso. "Fueron años en que la talla estaba muy por debajo del estándar, esa medida permitió la recuperación del jurel y al mismo tiempo que aumentara su consumo", reveló González.
De igual forma, se mostró confiado en que la nueva ley de pesca regule el acceso a los recursos pesqueros, ya sea por medio de la subasta o las cuotas de pesca, pero garantizando la preservación de las especies y el consumo humano de estos productos. "Tenemos una historia como plantas de consumo humano y enormes inversiones, hoy damos empleo a 600 personas, pero todo es letra muerta sin acceso al recurso", sostuvo el dirigente.
La actual normativa que estableció las cuotas de pesca caduca en diciembre del 2012 y el Gobierno trabaja en un nuevo proyecto que regirá la pesca en Chile, donde el consumo humano y la preservación del recurso serán claves en la discusión durante los próximos dos años.