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Itata y El Golfo detallan los planes de la más reciente fusión pesquera

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Tres grandes fusiones ha protagonizado la industria pesquera chilena en apenas seis meses. En julio de 2010, los grupos Angelini y Lecaros Menéndez unieron SouthPacificKorp (SPK) y Pesquera San José. La semana pasada se anunció la fusión de las operaciones de Camanchaca -de Francisco Cifuentes y Jorge Fernández- y Pesquera Bío Bío, de la familia Stengel. Este lunes se formalizó la última: la unión de Itata, de la familia Sarquis, y El Golfo, de los Yaconi-Santa Cruz, que estará operativa entre julio y agosto. "Esta reestructuración fue una decisión estratégica de ambas empresas para hacer frente a este nuevo escenario pesquero y para potenciar el negocio salmonero", dice a La Tercera Rodrigo Sarquis, socio de Pesquera Itata y presidente de Sonapesca.
Según un reportaje publicado ayer por La Tercera, las tres nuevas operadoras concentran el 65% de las cuotas de pesca en la zona centro sur y la Fiscalía Nacional Económica (FNE) investiga las consecuencias de esa concentración. Los nuevos socios creen que no había otra opción. "La incertidumbre por el futuro del marco regulatorio, más la reducción de cuotas en algunas pesquerías, principalmente el jurel, hacía necesario un reordenamiento de nuestros activos", dice el gerente general de El Golfo, Alberto Romero.
Las empresas no temen que la FNE paralice la operación en el Tribunal de la Libre Competencia.
"Nuestra operación cumple con la normativa vigente. De todas maneras y como siempre hemos actuado, estamos disponibles para entregar los antecedentes que los organismos competentes requieran para aclarar y transparentar las posibles dudas que surjan", sostiene Sarquis. Lo complementa Romero: "Todas nuestras acciones las hemos desarrollado respetando la normativa vigente". No ven, tampoco, problemas a futuro en términos de competencia a raíz de la mayor concentración de la industria. "Todos los que han querido entrar lo han podido hacer de diversas maneras. Este sector no es distinto a otros de la economía", opina Sarquis.
En la nueva firma, las familias controladoras tendrán alrededor de 80% de la propiedad. Sarquis cuenta que las tratativas comenzaron en el último trimestre de 2010 y que la negociación fue rápida, aunque con las complejidades propias de este tipo de operaciones.
El futuro negocio
La fusionada compañía generaría ingresos por cerca de US$ 400 millones al año. Su Ebitda (rendimiento operacional) y sus utilidades dependerán de los precios de commodities, como harina de pescado y salmones, explica Romero. ¿Qué negocio pesará más a futuro en la alianza? Aún no está definido, pero en un plazo "de dos a tres años su proporción será de 50% y 50%", añade. Asegura que la decisión final pasa por seguir reforzando los mercados en los que participan, sin descartar ampliar su rango de negocios. Sarquis agrega que la nueva empresa estará bien diversificada.
"Durante algunos años, la pesca extractiva se mantendrá algo contraída. Uno de los pilares de la actividad es la sostenibilidad de las distintas pesquerías. Este tipo de operaciones apunta precisamente a reorientar nuestros esfuerzos para que operativamente sigamos contando con recursos pesqueros en el tiempo. Por el momento, las cuotas serán destinadas preferentemente a consumo humano, donde el valor agregado es mayor", añade.
Itata y El Golfo suman una participación del 7% en el negocio salmonero hoy y si bien ambos ejecutivos desestiman entregar pronósticos, confían en que la industria irá saliendo paulatinamente de los problemas que lo afectaron en el último tiempo, a raíz del brote masivo de virus ISA. En la etapa actual, aspiran a consolidarse como un actor importante en el sector y estar en 2012 en las 50.000 toneladas de cosecha anual.
Planes a futuro
En el caso de la pesca extractiva, las principales inversiones están hechas. Los nuevos recursos estarán sujetos a cómo evolucionen las distintas pesquerías donde participan. En el negocio salmonero, el crecimiento esperado en la producción necesita financiamiento adicional que la empresa no debería tener problemas para levantar, comenta Sarquis. "Se invertirá una cifra relevante, pero su definición en particular la tomará el directorio en forma conjunta", añade Romero.
¿Está entre los planes salir a invertir fuera de Chile? El representante de Itata no lo descarta. "Es una opción que siempre está vigente para cuando se den las condiciones de mercado y existan reales opciones para desarrollar proyectos interesantes. Es un tema a definir con nuestros socios", plantea. "No lo descartamos, pero antes de tomar una decisión concreta debemos esperar para ver cómo se desarrolla esta nueva empresa. Estamos seguros que la sinergia lograda nos abre posibilidades de incursionar en el extranjero", complementa Romero.
Hacer frente a la industria
Sarquis y Romero destacan que las "culturas" de ambos grupos son similares y eso debiera suponer una ventaja comparativa para Itata-El Golfo frente a las fusionadas Camanchaca-Bío Bío y SPK-San José.
"El acuerdo nos permite afrontar el futuro con bastante optimismo en la pesca extractiva y en el sector acuícola. Tener negocios y culturas muy similares hace que la operación y el futuro de la nueva empresa sea muy auspicioso", valora Sarquis.
Romero coincide y plantea que más que diferencias con otros procesos similares, esta reestructuración les permite seguir operando con mejores perspectivas en un escenario hoy incierto: "Si queremos seguir siendo actores destacados, contribuyendo con las economías regionales, era necesario adoptar un cambio. Además, será una sola empresa, con un directorio y una administración".
Las nuevas relaciones de control que operarán en la firma fusionada
"No esperamos tener diferencias, ya que las culturas de ambos grupos son muy similares. En todo caso, ninguno tendrá la última palabra, porque implementaremos un sistema de resolución objetivo y eficiente que sea una garantía para la buena marcha de la compañía", afirma Rodrigo Sarquis, sobre la relación que esperan tener con los Yaconi-Santa Cruz en la nueva sociedad.
Explica que el pacto de accionistas que firmarán las familias consistirá, básicamente, en establecer un control conjunto de la nueva empresa y que acordarán en forma previa algunos puntos mínimos que serán la base del proyecto común.
Alberto Romero agrega que El Golfo e Itata compartirán el control de la nueva empresa bajo una estructura en que tendrán el mismo número de directores y la administración de la empresa se decidirá en forma conjunta. "Tenemos áreas de negocio y culturas muy similares, por lo que nos potenciaremos en toda la estrategia de negocio", precisa Romero.
Sarquis agrega que la decisión de cómo se dividirán la gestión de la compañía está por venir. "Aún estamos definiendo los temas pendientes de la reestructuración. Tomaremos las mejores decisiones sin olvidar el capital humano que tenemos, pieza fundamental en el desarrollo y éxito de ambas compañías", sostiene.
¿Fue difícil para los Sarquis renunciar al control exclusivo de una empresa y compartirlo con otro grupo? Sarquis lo desdramatiza: "El realismo es parte del éxito empresarial. Llegó la hora de seguir, pero de otra forma. La clave está en tener la fortaleza para superar la adversidad tomando las decisiones correctas en el momento oportuno", responde.

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