La última auditoría de mantenimiento realizada entre agosto y septiembre a las seis empresas elaboradoras de congelados -con sus once instalaciones y que en el 2008 certificaron el Acuerdo de Producción Limpia (APL)- reveló nuevamente un 100% de cumplimiento de las metas comprometidas.
Según lo publicado por El Pescador, para Marianne Hermanns, ingeniero de Medio Ambiente de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), lo relevante de este hecho es que hay una secuencia, se mantiene un sistema de gestión al interior de las plantas; "hubo un cambio en las compañías, que se mantiene en el tiempo, porque se implementaron acciones que fueron permanentes y eso se acaba de comprobar", comenta.
El APL fue suscrito en agosto del 2005 por El Golfo, Bío Bío, Congelados Pacífico, San José, Landes e Itata, en sus plantas de congelados, surimi, apanado y ahumado. Las empresas lograron la certificación en el 2008, "la que debe renovarse anualmente durante tres años", explicó.
Según comenta, el objetivo general del acuerdo firmado es "incorporar medidas y tecnologías de Producción Limpia en la industria de Congelados de la Región del Bío Bío, con la finalidad de aumentar la eficiencia productiva y reducir la contaminación en origen, mejorando la gestión de los residuos industriales líquidos sólidos (peligrosos y no peligrosos) e incorporando la revalorización y reciclaje, especialmente en aspectos de disminución de consumo hídrico y un ahorro energético".
Este último punto es especialmente importante porque -reveló la ingeniero- se trató del primer APL que incluyó la eficiencia energética. Detalló que en las plantas de congelados los esfuerzos se centraron en el manejo de residuos industriales líquidos y el consumo de energía porque "no tenemos problemas de olores, ni de emisiones atmosféricas; y la generación de residuos sólidos es mínima, porque la mayoría se aprovecha".
Ya se han visto resultados positivos, explica, con nuevos y mejores sistemas de gestión de residuos y mayor control en los consumos internos y del nivel de residuos generados. "En lo que respecta al ahorro energético, el estudio de impacto habla de un 25%, y eso sólo con medidas bastante básicas", afirma.