Mientras, el Consejo Directivo del gremio –presidido por César Barros–, compuesto por 23 empresas, apoyó en bloque la actuación de la entidad.
El retiro definitivo y sorpresivo del empresario acuícola Víctor Hugo Puchi de SalmonChile, junto a su compañía, AquaChile –a raíz de profundas diferencias en el gremio–, no dejó indiferente a nadie en el sector.
Es más, la semana pasada, Mario Montanari, presidente de Invertec, señaló a ESTRATEGIA que los productores nacionales no están siendo escuchados en la entidad y, además, criticó que no sea el gobierno el que fiscalice y sancione las prácticas sanitarias de la industria, mediante Sernapesca, sino más bien el propio gremio, a través de Intesal.
El gremio presidido por César Barros cerró filas el viernes en torno a la actuación de sus dirigentes, emitiendo una declaración pública a fines de la semana. En esta señala que “el Consejo Directivo de SalmonChile A.G compuesto por 23 representantes de empresas asociadas, respalda sin matices la actuación de la directiva de nuestro gremio, de su directorio, de su presidente y de su afiliada Intesal”.
Igualmente, desde SalmonChile subrayaron que “no son aceptables las descalificaciones de cualquier tipo hacia nuestros asociados. Todos: grandes, medianos, chilenos o extranjeros, estamos insertos en el mismo desafío, con la misma convicción y responsabilidad. Hoy, toda nuestra energía no se enfoca hacia divisiones”.
En tanto, en la entidad destacaron que “nuestro Consejo Directivo es un órgano democrático, donde prima el principio de un hombre un voto, y es el foro ampliado donde se discuten los temas más relevantes del gremio, y se acuerdan las distintas posiciones”.
A renglón seguido, en el gremio recordaron que “hemos aprobado 44 medidas, y participado en la discusión de leyes y reglamentos, donde no siempre ha existido unanimidad, pero sí una inmensa disciplina gremial, que ha permitido avanzar hacia consensos que hoy muestran sus frutos: una industria en franca recuperación y con una mayor sustentabilidad”.
Lo que sí, “además de nuestra propia autorregulación, necesitamos una autoridad determinante y rigurosa en el control del cumplimiento de la norma en este sector”.
El retiro definitivo y sorpresivo del empresario acuícola Víctor Hugo Puchi de SalmonChile, junto a su compañía, AquaChile –a raíz de profundas diferencias en el gremio–, no dejó indiferente a nadie en el sector.
Es más, la semana pasada, Mario Montanari, presidente de Invertec, señaló a ESTRATEGIA que los productores nacionales no están siendo escuchados en la entidad y, además, criticó que no sea el gobierno el que fiscalice y sancione las prácticas sanitarias de la industria, mediante Sernapesca, sino más bien el propio gremio, a través de Intesal.
El gremio presidido por César Barros cerró filas el viernes en torno a la actuación de sus dirigentes, emitiendo una declaración pública a fines de la semana. En esta señala que “el Consejo Directivo de SalmonChile A.G compuesto por 23 representantes de empresas asociadas, respalda sin matices la actuación de la directiva de nuestro gremio, de su directorio, de su presidente y de su afiliada Intesal”.
Igualmente, desde SalmonChile subrayaron que “no son aceptables las descalificaciones de cualquier tipo hacia nuestros asociados. Todos: grandes, medianos, chilenos o extranjeros, estamos insertos en el mismo desafío, con la misma convicción y responsabilidad. Hoy, toda nuestra energía no se enfoca hacia divisiones”.
En tanto, en la entidad destacaron que “nuestro Consejo Directivo es un órgano democrático, donde prima el principio de un hombre un voto, y es el foro ampliado donde se discuten los temas más relevantes del gremio, y se acuerdan las distintas posiciones”.
A renglón seguido, en el gremio recordaron que “hemos aprobado 44 medidas, y participado en la discusión de leyes y reglamentos, donde no siempre ha existido unanimidad, pero sí una inmensa disciplina gremial, que ha permitido avanzar hacia consensos que hoy muestran sus frutos: una industria en franca recuperación y con una mayor sustentabilidad”.
Lo que sí, “además de nuestra propia autorregulación, necesitamos una autoridad determinante y rigurosa en el control del cumplimiento de la norma en este sector”.