En momentos que el ministerio de Economía se encuentra afinando el proyecto de ley que regirá el sector a partir de 2012, el nuevo presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) Roberto Izquierdo, formuló hoy una dura crítica a la estrategia del actual gobierno en materia de conservación de los recursos y sustentabilidad de esta industria, acusando que ha actuado con falta de firmeza ante las presiones políticas en demanda de una mayor extracción.
En referencia a las decisiones de la actual gestión de la subsecretaría de Pesca –que encabeza Pablo Galilea– de levantar la veda del erizo en Punta Arenas y de impulsar la petición de 40 mil toneladas de jurel desde la zona sur a la norte ante el Consejo Nacional del rubro, Izquierdo acusó que en ambos casos la autoridad cedió frente a presiones configurando un cuadro que “no es menor y que no habíamos visto nunca hasta ahora”. Calificó ambas decisiones como “el atentado a la conservación más notable que se ha visto porque ha habido una presión política para hacerlo, y eso causa temor al final”.
Confirmando las expectativas de que su gestión gremial apuntaría a una activa defensa de los pesqueros industriales centrada en la defensa del jurel –el principal recurso pelágico del país afectado por una aguda baja– Izquierdo aseveró en sus primeras declaraciones en el cargo que la actual administración ha procedido “con un criterio mucho mas populista que científico, lo que nos produce estupor y profunda inquietud la forma en que se profundiza este daño. Aquí no hay que ver los resultados de la próxima elección, sino la situación de la próxima generación”.
Precisando que sus juicios se centran “en el sistema y no en las personas”, el timonel de Asipes dejó entrever que las responsabilidades e estas decisiones que afectan a su industria se originan en altas instancias del gobierno central. “El subsecretario de Pesca es una persona ilustrada e inteligente – fue presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara– y estos temas los tiene clarísimos, pero cuando le dan una orden es disciplinado y la cumple”. No obstante, agregó que “si usted esta convencido que tiene que hacer una cosa y le dicen la contraria, lo que hace es buscar trabajo en otro lado, eso es lo que pienso privadamente”.
Izquierdo aseveró que los errores en la política pesquera también incluyen el hecho de no haber corregido las malas decisiones del gobierno de Bachelet en materia de acuerdos internacionales de regulación. “Entre lo que pasa afuera y adentro, esta conjunción de factores ha sido desastrosa porque las autoridades no han tomado las medidas suficientemente drásticas como para proteger los recursos y no vemos voluntad de cambiarlo”. Freno en inversiones para reconstrucción post terremoto
Dentro de lo que describió como un escenario financiero “en extremo variada donde los que están con mucha deuda están en una situación precaria” Izquierdo señaló que la industria de la pesca se encuentra en “expectación respecto de lo que va a ocurrir, por lo cual hay extrema inquietud porque no vemos una conducción hace mucho rato en esto y ahora tampoco la ven”.
De ahí que advirtió que esta incertidumbre tiene frenadas las inversiones en la industria pesquera de la zona centro sur del país, en momentos en que necesita recuperar su infraestructura productiva duramente golpeada por el terremoto y que una inyección de recursos del orden de US$ 300 millones. “Si yo fuera gerente, no invertiría”, aseveró indicando que el retorno estos proyectos demandas horizontes estables de 20 años.
En referencia a las decisiones de la actual gestión de la subsecretaría de Pesca –que encabeza Pablo Galilea– de levantar la veda del erizo en Punta Arenas y de impulsar la petición de 40 mil toneladas de jurel desde la zona sur a la norte ante el Consejo Nacional del rubro, Izquierdo acusó que en ambos casos la autoridad cedió frente a presiones configurando un cuadro que “no es menor y que no habíamos visto nunca hasta ahora”. Calificó ambas decisiones como “el atentado a la conservación más notable que se ha visto porque ha habido una presión política para hacerlo, y eso causa temor al final”.
Confirmando las expectativas de que su gestión gremial apuntaría a una activa defensa de los pesqueros industriales centrada en la defensa del jurel –el principal recurso pelágico del país afectado por una aguda baja– Izquierdo aseveró en sus primeras declaraciones en el cargo que la actual administración ha procedido “con un criterio mucho mas populista que científico, lo que nos produce estupor y profunda inquietud la forma en que se profundiza este daño. Aquí no hay que ver los resultados de la próxima elección, sino la situación de la próxima generación”.
Precisando que sus juicios se centran “en el sistema y no en las personas”, el timonel de Asipes dejó entrever que las responsabilidades e estas decisiones que afectan a su industria se originan en altas instancias del gobierno central. “El subsecretario de Pesca es una persona ilustrada e inteligente – fue presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara– y estos temas los tiene clarísimos, pero cuando le dan una orden es disciplinado y la cumple”. No obstante, agregó que “si usted esta convencido que tiene que hacer una cosa y le dicen la contraria, lo que hace es buscar trabajo en otro lado, eso es lo que pienso privadamente”.
Izquierdo aseveró que los errores en la política pesquera también incluyen el hecho de no haber corregido las malas decisiones del gobierno de Bachelet en materia de acuerdos internacionales de regulación. “Entre lo que pasa afuera y adentro, esta conjunción de factores ha sido desastrosa porque las autoridades no han tomado las medidas suficientemente drásticas como para proteger los recursos y no vemos voluntad de cambiarlo”. Freno en inversiones para reconstrucción post terremoto
Dentro de lo que describió como un escenario financiero “en extremo variada donde los que están con mucha deuda están en una situación precaria” Izquierdo señaló que la industria de la pesca se encuentra en “expectación respecto de lo que va a ocurrir, por lo cual hay extrema inquietud porque no vemos una conducción hace mucho rato en esto y ahora tampoco la ven”.
De ahí que advirtió que esta incertidumbre tiene frenadas las inversiones en la industria pesquera de la zona centro sur del país, en momentos en que necesita recuperar su infraestructura productiva duramente golpeada por el terremoto y que una inyección de recursos del orden de US$ 300 millones. “Si yo fuera gerente, no invertiría”, aseveró indicando que el retorno estos proyectos demandas horizontes estables de 20 años.