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Fecha de Publicación: 2011-09-25
fuente Diario de aisen
Se ha generado un importante debate y algunas mesas de negociación respecto de los métodos de asignación de los recursos hidrobiológicos: peces, algas y mariscos; y los fraccionamientos, es decir los porcentajes de cada una de las especies para industriales y artesanales.
Más relevante resulta ocuparse de la sustentabilidad de éstos. La gran mayoría de peces, algas y mariscos en muchas regiones de Chile, se encuentra al borde del colapso, es decir si se siguen extrayendo con las prácticas habituales estos recursos podrían desaparecer.
En una importante reunión con organizaciones de pescadores artesanales de la Zona Austral, se acordó la necesidad de generar un fomento para el repoblamiento de los ecosistemas marinos. Con el Senador Baldo Prokurica hace años que estamos peleando una figura similar al DL 701, para que se bonifiquen las plantaciones de algas y los ecosistemas marinos. En la misma línea apuntan la creación de áreas protegidas y la protección de los Ecosistemas Marinos Vulnerables. La Zonificación de Borde Costero en esta materia resulta clave.
Es conocido que hay regiones que tienen más pescadores que recursos, como es el caso de las Regiones de Los Lagos y del Bío Bío. Recibimos iniciativas de ley, propuestas y presiones constantemente para que éstos puedan salir a pescar a otras regiones del país. Las que cuidan sus recursos y viven en ellas, sobre todo en condiciones de aislamiento y dificultades climáticas, son las que tienen el primer derecho y los excedentes bien evaluados pueden entregarse a través de procesos de negociación entre las regiones que den garantías, sean transparentes y tengan fiscalización real, de modo de no traspasar la depredación de una región a otra.
Los problemas sociales vinculados a las familias de pescadores artesanales y trabajadores del sector industrial, deben resolverse con los programas sociales que administra el Gobierno y nunca con cargo a los recursos naturales ni menos cuando éstos están en franco deterioro.
La regionalización de los recursos a través de regímenes bentónicos, áreas de manejo, régimen artesanal de extracción, procesamiento de los recursos capturados en las propias regiones y la instalación de los Consejos Zonales que faltan, se hace imprescindible.
En materia del deterioro de los recursos está el caso emblemático del jurel, en que en un año se asignaron cerca de 4 millones de toneladas sin base de investigación. Las consecuencias están hoy a la vista independiente de otros fenómenos naturales.
En el caso de Aysén la mitad de los recursos de los erizos del mundo se encuentra en sus fiordos y canales y un tercio de la merluza austral. La asignación transparente de éstos en base a la historia real, las autorizaciones, la presencia efectiva en regiones, tendrá un rol relevante en el minuto de las asignaciones y simultáneamente velar para evitar la excesiva concentración. La movilidad social de los artesanales se hará a través de su diversificación hacia otras áreas como lo son la conservación, el turismo y el agregarle valor a sus recursos, será una de las claves del despegue del litoral de Chile.
fuente Diario de aisen
Se ha generado un importante debate y algunas mesas de negociación respecto de los métodos de asignación de los recursos hidrobiológicos: peces, algas y mariscos; y los fraccionamientos, es decir los porcentajes de cada una de las especies para industriales y artesanales.
Más relevante resulta ocuparse de la sustentabilidad de éstos. La gran mayoría de peces, algas y mariscos en muchas regiones de Chile, se encuentra al borde del colapso, es decir si se siguen extrayendo con las prácticas habituales estos recursos podrían desaparecer.
En una importante reunión con organizaciones de pescadores artesanales de la Zona Austral, se acordó la necesidad de generar un fomento para el repoblamiento de los ecosistemas marinos. Con el Senador Baldo Prokurica hace años que estamos peleando una figura similar al DL 701, para que se bonifiquen las plantaciones de algas y los ecosistemas marinos. En la misma línea apuntan la creación de áreas protegidas y la protección de los Ecosistemas Marinos Vulnerables. La Zonificación de Borde Costero en esta materia resulta clave.
Es conocido que hay regiones que tienen más pescadores que recursos, como es el caso de las Regiones de Los Lagos y del Bío Bío. Recibimos iniciativas de ley, propuestas y presiones constantemente para que éstos puedan salir a pescar a otras regiones del país. Las que cuidan sus recursos y viven en ellas, sobre todo en condiciones de aislamiento y dificultades climáticas, son las que tienen el primer derecho y los excedentes bien evaluados pueden entregarse a través de procesos de negociación entre las regiones que den garantías, sean transparentes y tengan fiscalización real, de modo de no traspasar la depredación de una región a otra.
Los problemas sociales vinculados a las familias de pescadores artesanales y trabajadores del sector industrial, deben resolverse con los programas sociales que administra el Gobierno y nunca con cargo a los recursos naturales ni menos cuando éstos están en franco deterioro.
La regionalización de los recursos a través de regímenes bentónicos, áreas de manejo, régimen artesanal de extracción, procesamiento de los recursos capturados en las propias regiones y la instalación de los Consejos Zonales que faltan, se hace imprescindible.
En materia del deterioro de los recursos está el caso emblemático del jurel, en que en un año se asignaron cerca de 4 millones de toneladas sin base de investigación. Las consecuencias están hoy a la vista independiente de otros fenómenos naturales.
En el caso de Aysén la mitad de los recursos de los erizos del mundo se encuentra en sus fiordos y canales y un tercio de la merluza austral. La asignación transparente de éstos en base a la historia real, las autorizaciones, la presencia efectiva en regiones, tendrá un rol relevante en el minuto de las asignaciones y simultáneamente velar para evitar la excesiva concentración. La movilidad social de los artesanales se hará a través de su diversificación hacia otras áreas como lo son la conservación, el turismo y el agregarle valor a sus recursos, será una de las claves del despegue del litoral de Chile.
