+de+abogados.jpg)
Sólo 40 años. Ése es el horizonte vital que ofrecen los expertos a la industria pesquera, tal y como se conoce hoy en día, de seguir el actual ritmo de explotación de los caladeros. El único antídoto que ven contra esta carrera, es la apuesta por una regulación internacional que frene la falta de control que existe sobre esta actividad, una receta que, en cualquier caso, parece difícil de aplicar. Así lo explicó Álex Aguilar, profesor del departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona y Premio Rey Jaime I a la Protección del Medioambiente.
Aguilar dibujó un panorama sombrío para la pesca, fruto de siglos de trabajo sin sistemas efectivos de control que, unido a la evolución tecnológica de la industria, ha llevado a que el incremento de la producción se haya multiplicado por cuatro en las últimas décadas, alcanzando los 92 millones de t el año pasado.
Según explicó, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), considera que el 75% de los caladeros se encuentran sobreexplotados. Las previsiones de este organismo consideran que, de seguir la tendencia, se podría llegar al colapso de los recursos en 2048. "Será la sentencia de muerte de la pesca como actividad industrial tal y como la conocemos", afirmó el experto, que apuntó que para revertir este riesgo habría que reducir la presión como mínimo en una cuarta parte de los caladeros.
La respuesta a estas y otras situaciones se encuentran en "la gobernabilidad", es decir, en poner en marcha regulaciones y normativas internacionales que resulten efectivas y eviten la picaresca que se produce en el sector.
Sin embargo, Aguilar no se mostró muy optimista al respecto. "¿Por qué no se apuesta por la regulación? Porque no le interesa ni a los gobiernos ni a las empresas, porque no resulta beneficioso ni para el consumidor ni para el pescador", explicó el experto, quién apuntó que se calcula que una quinta parte de la pesca mundial es ilegal. Así informó el sitio www.elcomerciodigital.com.
Aguilar dibujó un panorama sombrío para la pesca, fruto de siglos de trabajo sin sistemas efectivos de control que, unido a la evolución tecnológica de la industria, ha llevado a que el incremento de la producción se haya multiplicado por cuatro en las últimas décadas, alcanzando los 92 millones de t el año pasado.
Según explicó, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), considera que el 75% de los caladeros se encuentran sobreexplotados. Las previsiones de este organismo consideran que, de seguir la tendencia, se podría llegar al colapso de los recursos en 2048. "Será la sentencia de muerte de la pesca como actividad industrial tal y como la conocemos", afirmó el experto, que apuntó que para revertir este riesgo habría que reducir la presión como mínimo en una cuarta parte de los caladeros.
La respuesta a estas y otras situaciones se encuentran en "la gobernabilidad", es decir, en poner en marcha regulaciones y normativas internacionales que resulten efectivas y eviten la picaresca que se produce en el sector.
Sin embargo, Aguilar no se mostró muy optimista al respecto. "¿Por qué no se apuesta por la regulación? Porque no le interesa ni a los gobiernos ni a las empresas, porque no resulta beneficioso ni para el consumidor ni para el pescador", explicó el experto, quién apuntó que se calcula que una quinta parte de la pesca mundial es ilegal. Así informó el sitio www.elcomerciodigital.com.
