viernes, 13 de noviembre de 2009
Economía y Negocios
Lina Castañeda
De 161 mil jóvenes registrados, los empresarios han pedido el beneficio sólo por 47 mil, dice la economista Andrea Repetto.
Surgió como una medida para contrarrestar el desempleo que provocó la crisis. Pero hasta octubre, los empleadores parecían reacios a utilizar el subsidio para el empleo de jóvenes de entre 18 y 24 años.
Surgió como una medida para contrarrestar el desempleo que provocó la crisis. Pero hasta octubre, los empleadores parecían reacios a utilizar el subsidio para el empleo de jóvenes de entre 18 y 24 años.
Según cálculos presentados ayer por la economista Andrea Repetto, académica de la Universidad Adolfo Ibáñez, de los 161 mil jóvenes hasta el mes pasado sólo 4.600 empleadores habían pedido el beneficio por 47 mil jóvenes.
"Es un problema porque hay 114 mil subsidios que la empresa no está cobrando.
Eso es equivalente a $2 mil millones mensuales sin cobrar, aproximadamente unas 70 mil subvenciones escolares", dijo la economista, quien formó parte de la Comisión Trabajo y Equidad de la cual emanó la propuesta de este subsidio.
Repetto presentó su análisis al exponer en la mesa redonda organizada por Icare sobre "Empleo: Presente y Futuro", en la que también participaron los economistas Luis Eduardo Escobar (en representación de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami) y José Ramón Valente.
El referido subsidio tiene dos componentes, un subsidio al joven, equivalente a dos tercios del subsidio total y un subsidio al empleador equivalente a un tercio. Se trata de una política de ingresos y también de una política de empleo donde, a diferencia de otros países, reduce los costos laborales en empresas que quieren contratar a jóvenes de esta edad, explicó.
Los tres expositores comparten el diagnóstico de que Chile tiene un problema de empleo, con personas en hogares más pobres que tienen menos acceso a un trabajo.
Empleo y crecimientoRespecto a las perspectivas futuras de empleo, Valente dice que hay tres cosas muy claras: "tenemos que crecer más para que haya más demanda y más puestos de trabajo; educar mejor y proteger mejor a los desempleados en los períodos cíclicos y eliminar las trabas artificiales que le ponemos a la contratación y al despido en nuestra economía".
Es cierto que el crecimiento genera más empleo, pero no necesariamente resuelve el problema de los trabajadores que están en los estratos más pobres, replica Repetto.
Escobar plantea que con la normativa actual es difícil aumentar el empleo porque hay dificultades para la empresa; tratamiento discriminatorio por tipos de contrato y problemas de educación y capacitación. "Prefiero educación continua y mecanismos de reinserción", dijo.
Distribución
El subsidio no sólo beneficia a los empleadores, pues dos tercios del pago son para los jóvenes, para mejorar sus ingresos que no deben superar los $360 mil mensuales.